Vagabundo
Crimen pasional en precario
Dientes de leche
Ayer se me cayó el primer diente de leche y aitá me hizo ponerlo debajo de la almohada, para el ratoncito Pérez. Yo esperaba que me trajera una playstation como me había prometido, pero sólo me ha dejado un billete de diez euros en un sobre. No es justo, a Nerea sí le trajeron la casa de muñecas. Aitá dice que es por culpa de la crisis. Que se han terminado los tiempos de jauja. Que a partir de ahora cada regalo requerirá su esfuerzo, su dedicación, su sacrificio. Que ahorre. Al principio me he enfadado mucho, pero luego he hecho cuentas: Con los de Nerea y los míos tengo más que de sobra. Voy por los alicates.
Mención especial del IV Concurso de Microrrelatos de Terror y Gore 2010 convocado conjuntamente por el Festival de Cine Terror de Molins de Rei y la Regidoria de Cultura-Biblioteca Pau Vila de Molins de Rei.
Trilogía de los vampiros transgénicos
Libro I - El despertar
Al amanecer, los vampiros comenzaron a revolverse en sus tumbas. Comenzó como una leve inquietud, un hormigueo que distrajo apenas su confortable apatía, pero que poco a poco fue creciendo en intensidad hasta perturbar irreversiblemente su descanso eterno. Sacudidos por espasmos incontrolables, desgarraron el himen asfixiante de la no-muerte para despertar enterrados en el barro húmedo de sus sepulturas. Atacados de claustrofobia, se impulsaron desesperadamente, escarbaron, bucearon hasta sacar primero las manos y luego con esfuerzo la cabeza al aire fresco de la mañana.
La primera bocanada provocó un acceso de arcadas que expulsó el polvo, el aire rancio de años de estancamiento de sus pulmones. Y entonces postrados, jadeantes, alzaron sus rostros hacia el cielo y miraron al sol cara a cara. Deslumbrados pero extasiados por su repentina inmunidad, se arrancaron sus ropas raídas y saltaron los muros del cementerio, internándose a la carrera por campos y caminos. Borrachos de luz y color, bailaron desnudos gozando de la sensación casi olvidada de la caricia del sol en la piel.
Libro II - El ataque
Aparecieron tras el último recodo del camino, exponiendo sus cuerpos fibrosos y bronceados al sol matinal. Al llegar junto a la residencia, el apetitoso olor de la savia vital invadió sus fosas nasales. Inmediatamente desecharon cualquier otro estímulo: el hambre atávica del depredador impuso su propio régimen de prioridades. Saltaron el muro y olisquearon el rastro hasta dar con sus víctimas, indefensas, obscenamente expuestas en la claridad del día. Siguiendo técnicas ancestrales, las cercaron en silencio y las atacaron sin piedad. Frenéticos, violaron con sus colmillos las pieles vírgenes, sorbieron sus fluidos, masticaron su carne tierna. Embriagados de néctar, reían a carcajadas y se lamían unos a otros los chorretones que les caían por la barbilla. Y cuando acabaron con todas, insaciables, saltaron al siguiente naranjo a por más.
Libro III - La bohemia
Se mueven de pueblo en pueblo con el viento. No se quedan mucho tiempo en ningún lugar. Viajan en caravanas. Viven de día. Aman el sol sobre todas las cosas. Llegan a media mañana, acampan a las afueras y se dispersan por el pueblo entre cabriolas y acrobacias. Algunos venden conchas, pulseras, talismanes. Otros saquean huertas y árboles frutales. Nada acapara su atención mucho tiempo salvo mozos y mozas de buen ver, en quienes clavan sus miradas febriles mientras devoran con fruición una ciruela o una raja de sandía. Apenas hablan entre ellos. Se comunican intercambiando gestos, miradas, carcajadas bestiales. Se quedan uno o dos días, tres a lo sumo, y luego recogen sus cosas y desaparecen. Al alba, con el primer rayo de sol. Silenciosos. Sin dejar tras de sí más que un rastro de heces secas, corazones de fruta y condones usados.
Ilustraciones de tresyolie. "El ataque de los vampiros tránsgénicos" fue incluido en la recopilación de microrrelatos "Cuentos alígeros" publicado por Editorial Hipálage en 2010. Dedicado a "Rob" y demás ex-compas de la uni.