Banda de Moebius
(tránsito impar)
Más allá de los confines de la física subjetiva, en algún lugar de esa franja difusa que separa lo inverosímil de lo netamente irreal, se encuentra un universo paralelo al nuestro, o quizá perpendicular o simplemente secante; coexistente, diríamos también, si pudiéramos certificar su existencia, pero como no podemos, lo dejaremos en hipotético. La característica que distingue a este universo en particular del resto de infinitos universos hipotéticos es que resulta casi idéntico al nuestro, aunque sin llegar a serlo del todo.
Al extremo de una de las galaxias que lo forman (una nebulosa en espiral de la barriada periférica) se encuentra una pequeña estrella amarilla con un sistema planetario girando a su alrededor. El tercer planeta de este sistema por orden de proximidad al sol está cubierto en su mayor parte por océanos, lo que le otorga su característico color azulado.
En uno de los cinco continentes que asoman fuera de las aguas, en la ciudad más norteña, bañada por el mar, de un país sureño; en una de las ventanas del ático de una casa antigua que se levanta sobre las vías del tren, se enciende una luz.
Son las tantas de la madrugada y Alexis lleva varias horas revolviéndose en la cama, insomne, dando vueltas y más vueltas a una idea que se le ha ocurrido para un cuento. Se trata de una historia periódica, enrollada sobre sí misma, casi circular, pero con una singularidad a mitad de recorrido, una doblez sutil que hace que cambie en cada período y necesite dar dos vueltas competas para llegar otra vez al principio. Como..., como..., ¡eso es, como una banda de Moebius!
Súbitamente inspirado, se levanta y enciende el ordenador. Las letras brotan con rapidez y van desfilando, alineadas en lo alto de la página en blanco, hasta componer el título:
Banda de Moebius Al extremo de una de las galaxias que lo forman (una nebulosa en espiral de la barriada periférica) se encuentra una pequeña estrella amarilla con un sistema planetario girando a su alrededor. El tercer planeta de este sistema por orden de proximidad al sol está cubierto en su mayor parte por océanos, lo que le otorga su característico color azulado.
En uno de los cinco continentes que asoman fuera de las aguas, en la ciudad más norteña, bañada por el mar, de un país sureño; en una de las ventanas del ático de una casa antigua que se levanta sobre las vías del tren, se enciende una luz.
Son las tantas de la madrugada y Alexis lleva varias horas revolviéndose en la cama, insomne, dando vueltas y más vueltas a una idea que se le ha ocurrido para un cuento. Se trata de una historia periódica, enrollada sobre sí misma, casi circular, pero con una singularidad a mitad de recorrido, una doblez sutil que hace que cambie en cada período y necesite dar dos vueltas competas para llegar otra vez al principio. Como..., como..., ¡eso es, como una banda de Moebius!
Súbitamente inspirado, se levanta y enciende el ordenador. Las letras brotan con rapidez y van desfilando, alineadas en lo alto de la página en blanco, hasta componer el título:
(tránsito par)
Más allá de los confines de la física subjetiva, en algún lugar de esa franja difusa que separa lo inverosímil de lo netamente irreal, se encuentra un universo paralelo al nuestro, o quizá perpendicular o simplemente secante; coexistente, diríamos también, si pudiéramos certificar su existencia, pero como no podemos, lo dejaremos en hipotético. La característica que distingue a este universo en particular del resto de infinitos universos hipotéticos es que resulta casi idéntico al nuestro, aunque sin llegar a serlo del todo.
Al extremo de una de las galaxias que lo forman (una nebulosa en espiral de la barriada periférica) se encuentra una pequeña estrella amarilla con un sistema planetario girando a su alrededor. El tercer planeta de este sistema por orden de proximidad al sol está cubierto en su mayor parte por océanos, lo que le otorga su característico color azulado.
En uno de los cinco continentes que asoman fuera de las aguas, en la ciudad más norteña, bañada por el mar, de un país sureño; en una de las ventanas del ático de una casa antigua que se levanta sobre las vías del tren, se enciende una luz.
Son las tantas de la madrugada y Alexia lleva varias horas revolviéndose en la cama, insomne, dando vueltas y más vueltas a una idea que se le ha ocurrido para un cuento. Se trata de una historia periódica, enrollada sobre sí misma, casi circular, pero con una singularidad a mitad de recorrido, una doblez sutil que hace que cambie en cada período y necesite dar dos vueltas completas para llegar otra vez al principio. Como..., como..., ¡eso es, como una banda de Moebius!
Súbitamente inspirada, se levanta y enciende el ordenador. Las letras brotan con rapidez y van desfilando, alineadas en lo alto de la página en blanco, hasta componer el título:
Al extremo de una de las galaxias que lo forman (una nebulosa en espiral de la barriada periférica) se encuentra una pequeña estrella amarilla con un sistema planetario girando a su alrededor. El tercer planeta de este sistema por orden de proximidad al sol está cubierto en su mayor parte por océanos, lo que le otorga su característico color azulado.
En uno de los cinco continentes que asoman fuera de las aguas, en la ciudad más norteña, bañada por el mar, de un país sureño; en una de las ventanas del ático de una casa antigua que se levanta sobre las vías del tren, se enciende una luz.
Son las tantas de la madrugada y Alexia lleva varias horas revolviéndose en la cama, insomne, dando vueltas y más vueltas a una idea que se le ha ocurrido para un cuento. Se trata de una historia periódica, enrollada sobre sí misma, casi circular, pero con una singularidad a mitad de recorrido, una doblez sutil que hace que cambie en cada período y necesite dar dos vueltas completas para llegar otra vez al principio. Como..., como..., ¡eso es, como una banda de Moebius!
Súbitamente inspirada, se levanta y enciende el ordenador. Las letras brotan con rapidez y van desfilando, alineadas en lo alto de la página en blanco, hasta componer el título:
Tengo un blog literario (http://coleccioncuatrolineas.blogspot.com)que pretende destacar y poner en valor talento literario emergente. Me gustaría contactar contigo. Mi dirección: marcosbaronfer@hotmail.com
ResponderEliminarGracias.